El bosque de los deseos, cuento ilustrado con fotos de Jorge Lens

La editorial viguesa Lobito Bueno ha publicado el libro infantil El bosque de los deseos con la peculiaridad de que este cuento -con texto de la periodista Ana B. Gómez- está ilustrado con fotografías en vez de con dibujos.

El bosque de los deseos es un libro para niños ilustrado con la obra del fotógrafo Jorge Lens que, por primera vez, participa en la elaboración de un libro infantil. Su estilo fotográfico consigue enganchar a prelectores y primeros lectores gracias a la utilización del color, el contraste en la puesta en escena y a la búsqueda de los  elementos insólitos que protagonizan sus fotografías.

El bosque de los deseos es fruto del interés de la pequeña editorial Lobito Bueno, por las iniciativas que se salgan de los cánones. Tras un par de años buscando una obra fotográfica que encajase con el proyecto, se realizó la selección de cada una de las imágenes que incluye el libro y se realizó una historia ad hoc, escrita por la periodista Ana B. Gómez, autora de algunos títulos de esta misma editorial.

El bosque de los deseos ve la luz no solo para demostrar que la realidad es la mejor ficción sino para comprometer al ojo infantil con la fotografía. En un mundo con tan fácil acceso a la imagen, resulta prácticamente anecdótico el número de obras fotográficas que hay para niños, principalmente de ficción.

El bosque de los deseos narra la historia de una niña que viaja a sus cuatro mundos imaginarios favoritos: el de los dinosaurios, el de las fiestas, el de los muñecos y el de los súper héroes.

Las fotografías empleadas para contar la historia se realizaron diversas ciudades españolas (Vigo, Bueu y Cangas do Morrazo) portuguesas (Lisboa, Vilanova de Cerveira y Melgaço) y en la ciudad de Londres.

El libro está dirigido a prelectores y primeros lectores, fundamentalmente, aunque se planteó desde su concepción como una obra familiar.

Este es el noveno título de la editorial viguesa. Las obras anteriores, todas ellas con ilustración, tienen como denominador común el arte y la cultura. Prueba de ello son los libros dedicados a la arquitectura o el homenaje a la obra de Jules Verne.